domingo, 19 de julio de 2009

Hermanos.


Hoy miramos al techo a la vez que escribimos. Es tarde, pero no demasiado. Ya volví de Lisboa. Seis horas en coche cruzando Portugal y Extremadura y ya estoy de vuelta.

Parece que se acabaron las vacaciones, o por lo menos las que molan, esas en que estás de viaje y cuando vuelves tienes algo que contar, una ocasión para ser escuchado, y agradecido por parte de los más cercanos. Hoy hablamos de hermanos. Los hermanos son los que por ley están obligados a estar pendientes de nosotros durante toda su vida, o mientras dure la nuestra. Es una tarea larga y pesada, por eso no todas las personas aceptan tal destino. Los amigos son amigos mientras lo son, forman parte de nuestras vidas mientras quieran, o mientras nosotros no los apartemos de ellas. Los lazos familiares son más fuertes, no por tradición sino de manera natural, son los rostros de nuestra infancia que aun hoy permanecen presentes. Y ante todo los hermanos. Si somos realista, aunque duela, sabemos que Papa y Mama morirán algún día y que por edad, con quienes siempre podremos compartir el tiempo es con los hermanos.

Javi es mi hermano. Hace años que no pasábamos tiempo juntos, ha sido una semana, solo siete días. Pero con él he descubierto que con los hermanos jamás se pierde la naturalidad. Nos hemos criado juntos, solo nos llevamos cuatro años y aun así, aunque desde hace más de diez años ya no vivimos en la misma casa, jamás hemos perdido el trato directo, sin mediación. Con los hermanos sobra la narración de nuestras vidas, el contarnos cómo te va, qué has hecho, a quién has conocido. Los hermanos tenemos esa inmediatez en el trato por el cual podemos saber qué le bulle al otro en la sesera al momento. Da igual que pase un año o que pasen diez, con más o menos pesar son parte de nuestra vida, como dije, son los rostros del ayer que aun hoy nos son presentes, y más aun, los que sabemos que lo seguirán siendo en el futuro. Por eso los hermanos no pueden ser amigos, porque tratarse de esa manera supondría rebajarse el estatus. Sería casi un insulto. Un hermano es parte de uno mismo. Ya seas el mayor, el pequeño o el del medio, con los hermanos siempre se tiene una relación especial, son los primeros rivales y los primeros colaboradores, son quienes deben aguantar nuestros vertidos de sinceridad, quienes se ven obligados a dar consejo u opinión, quienes consuelan y quienes castigan. Lo son todo a la vez, como un alter ego, a quien se debe lealtad, aunque estén lejos y llamen poco.

Música: Hoy recomendamos a Sharon Schael, venezolana, Dj residente en Industrial Copera, Granada, ritmos electro y minimal: http://www.sharonschael.com/

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