martes, 8 de diciembre de 2009

Lisboa - Valencia


La mutabilidad de la vida, su tragedia y su salvación. Decía D. Miguel (de Unamuno) "Porque vivir es una cosa y conocer otra, y como veremos, acaso hay entre ellas una tal oposición que podamos decir que todo lo vital es antirracional, no ya solo irracional, y todo lo racional, antivital. Y esta es la base del sentimiento trágico de la vida". De esta opoción peculiar es de donde surge la mutabilidad de la vida, como decía, su tragedia y su salvación. Somos contradicción permanente, infinita, cambiante. Siempre nos debatimos entre lo que las cosas son y lo que deberían ser, arrepintiéndonos de los errores y desconfiando de las aparentes victorias conseguidas. Decía una profesora mía en uno de sus libros; "La vida oscila, como un péndulo, entre el dolor experimentado por el deseo insatisfecho y el aburrimiento que nos produce la satisfacción". Tampoco andaba desencaminada esta profesora, Remedios Ávila, brillante. Somos contradicción infinita, por eso no podemos estar tranquilos, nuestro estado natural es el pensamiento violentado, la voluntad contrariada, el deseo siempre tirando de nosotros, siempre y cuando todavía conservemos un mínimo de humanidad, de la que cada dia perdemos un poco.

Viajé mucho últimamente, con un breve descanso en el centro, crucé la península, de Lisboa a Valencia. Mucho han cambiado las cosas en estos viajes. La contradicción que soy me ha espoleado más de lo normal, me ha hecho sentir bien, me ha hecho sentir mal, en definitiva, me ha hecho sentir. Al menos corroboro que sigo vivo, que aun mantengo ese mínimo de lucidez que me hace apreciar lo bueno y que me produce culpa, cuando la hay, de lo malo. Hice reir e hice llorar. Hice y deshice y ahora no se qué hacer. Tan solo espero poder mantenerme despierto, alerta. Lo que venga ahora espero que sea construcción mía, que sepa hacerme cargo de esa pesada condena que es mi libertad.

Decía Nietzsche; "Una ruta está siempre libre para las grandes almas". Espero que sea verdad, que no se equivocase. Perdonen mis lectores por estos arrebatos narcisistas, cada día compruebo que, de hecho, lo soy, un narcisista, demasiado listo para obviar, demasiado mentecato para tomar en serio.

Libos citados:

- UNAMUNO, M. DE: Del Sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos. Madrid. Alianza, 2001.
- ÁVILA CRESPO, R: El desafío del nihilismo. La reflexión metafísica como piedad del pensar. Trotta. Madrid, 2005.
- NIETZSCHE, F: Así habló Zaratustra. Alianza. Madrid, 1997.

1 comentario:

  1. oye tio...

    mola la contradicción, sobretodo cuando la reconoces, yo, ya no sé, solo se que decido y vivo mucho, y esto me pone contento que no feliz. De aquí un mes te explico más. No se cuantos te dicen toda clase de gilipolleces, la gente en internet es muy amiga de la gente y bla bla bla, pero si tengo orgullo es por pocos motivos y dos de ellos son: 1- el hecho de ser nieto de mi abuelo materno, 2- Tener una lista de anigos y que tu te incluyas en ella

    Pol

    Pol

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